El presente ensayo tiene por objetivo la elaboración de un análisis referente a las propuestas de los artistas de la zona noroeste de la república Mexicana de acuerdo a lo revisado durante el curso de Análisis de la Plástica de ésta región mexicana, impartido por el profesor Roberto Jiménez Rosique.
Cabe aclarar que el siguiente texto ha sido creado en base a la información vista durante el curso la cual fue enviada por los artistas al docente (o recabada por éste) para la impartición de la materia. Es decir, actualmente el material y la creación de los artistas seguramente es diferente y no la hemos podido apreciar por lo tanto este texto vendrá siendo un análisis general de la situación de la plástica del noroeste de la república mexicana de algunos años atrás; ya que la información como se menciona no se ha actualizado por limitantes como: el contacto entre el docente y los artistas, o por que los artistas no documentan sus trabajos, etcétera.
A través del curso se apreciaron obras de artistas que habitan en Sonora, Sinaloa, Baja California Norte y Sur. Región conocida como el Noroeste de México.
Lo primero que salta a la vista de las propuestas apreciadas de los archivos para el curso, es que en algunas zonas hay un evidente estancamiento creativo, un estacionamiento por parte de los artistas respecto a sus búsquedas personales lo cual se ve reflejado en las obras y por tanto en el modo en que la sociedad de los que no son artistas conciban el arte, es decir, el publico que funge como espectador, que puede ser un coleccionista, un profesor de educación artística, o solamente un simple espectador que puede o no tener conocimientos del arte como tal y que tampoco realiza una labor creadora además de sus otras actividades.
Además, la influencia de cómo conciban el arte no sólo llega a las masas o los espectadores por medio de las exposiciones y la publicidad a las mismas a través de los medios de comunicación, también esta concepción de arte llega a las nuevas generaciones de artistas que al apreciar lo que el mercado prefiere o no adquirir, deciden realizar trabajos vendibles para así adentrarse en el medio y el mercado del arte. Así, ese estancamiento creativo contagia de alguna manera a su comunidad.
El factor predominante o el detonador de esta clase de situaciones (estancamiento, un dejo por la búsqueda personal y el crecimiento en la producción de cada artista) es el de la comercialización del arte. Este factor es un arma de dos filos, porque al mismo tiempo que se convierte en un aliciente para seguir creando y da de comer al artista también lo limita y marca los parámetros de lo que el artista ha de producir.
Cuando este tipo situaciones acontecen, las opciones entre las cuales el artista puede elegir son: continuar su búsqueda, continuar explorando con técnicas y materiales, modificar su concepto hacia otro enfoque o convertirse en presa fácil del mercado del arte dejando que este le dicte sus creaciones. En la mayoría de los casos en los que se notó esta pasividad creativa por parte de los artistas fue porque en su momento llegaron a ser reconocidos por determinado tipo de piezas que encontraron un mercado, es decir, se vendieron porque era lo que a la gente le gustó en ese momento, le llamaba la atención o lo quería para su casa, oficina, etcétera.
Es así como los artistas llegan a permitirse un estancamiento. Pues nunca sabrán hasta donde pudieron llegar si hubieran continuado explorando, pero el hubiera no existe, solo existen las víctimas del mercado (el autoengaño al creerse algo que no se es o no asimilar lo que se es).
En el noroeste también hay quienes continúan explorando a pesar de que encontraron un mercado prolifero en determinada producción. Pero el fenómeno que les ocurría a este grupo que se atrevía a continuar fue que no encontraron un mercado, lo que les forzó a retomar lo que si podían vender. Y es como marcan su estancamiento al igual que el grupo anterior. Un ejemplo de esta situaciones sería Sonora, un lugar en el cual se aprecia una diferencia entre generaciones (no hay una unificación por parte de los artistas) lo que provocará el desplazamiento de los artistas de mayor trayectoria y en su lugar predominaran las nuevas generaciones ya que estos traerán nuevas propuestas y van a ser una comunidad de mayor número de integrantes. Esta situación, la del desplazamiento, no es solamente para la zona de Sonora sino, para el resto del Noroeste de México (y este fenómeno es a nivel mundial, aunque haya un reconocimiento a los artistas con trayectoria serán desplazados al igual que ellos en su momento desplazaron a sus antecesores).
En el área de Sinaloa habitan artistas más proposititos a comparación con el área de Sonora, con una visión más contemporánea acerca del arte, ya han superado las segundas vanguardias. Como consecuencia la sociedad de Sinaloa está educada para convivir con nuevas propuestas es decir, no se desestabilizan ante lo nuevo. Como mencioné anteriormente la producción de cada comunidad marca pautas de lo que es arte dentro de su misma comunidad.
En el caso de Baja California Sur la situación es devastadora en cuanto a sus propuestas ya que abundan las marinas y paisajes de la zona. Las hay en distintos tipos de ismos y es un caso muy pobre en cuanto a ideas pues puede que las haya pero muchas veces no llegan a desarrollarse, esperemos que con la apertura de una Escuela de Arte la situación cambie hacia algo más prometedor.
El caso Baja California Norte es peculiar ya que en municipios como Mexicali, Ensenada o Rosarito. La actividad artística se ve mermada por la escueta propuesta artística, el caso de Tijuana parece ser diferente debido a que es una frontera muy transitada. Y eso es lo que la rescata del resto de los municipios. Aunque en su momento pasó por un proceso semejante al de las otras zonas del noroeste antes mencionadas. Un ejemplo de esto fue el momento en que Tijuana comercializó las pinturas sobre terciopelo, al grado de llegar a una mecanización de las piezas pues llegó a ser visto como producción de fábrica. Estas pinturas sobre terciopelo tuvieron un alcance internacional en ventas, el arte estaba estancado hasta la llegada de artistas provenientes de otras zonas de la república y el mundo. Fue entonces cuando se activó el arte en la zona.
Actualmente lo que comienza nuevamente a marcar diferencia dentro de la comunidad de Tijuana es la apertura hacia una profesionalización del arte (Escuela de Arte) en la cual se dota a los alumnos de conocimientos que les serán útiles para continuar su formación artística al egresar de esta institución. Los que están siendo y han sido formados dentro de esta Escuela de Arte han comenzado a infiltrarse dentro de la comunidad de artistas que ya están consolidados en Tijuana o el resto del estado. Los resultados han sido positivos aunque en los campus de Mexicali y Ensenada (artes plásticas) se viven situaciones diferentes.
En el caso de Mexicali la situación es más pasiva en comparación con Tijuana pues la zona geográfica de Mexicali no permite la interacción de la comunidad con el arte por factores como el clima, el poco transito de turistas, y la cultura de los habitantes de Mexicali que se ha probado que son los más arraigados a su municipio, etc.
En Ensenada aunque hay instalaciones en muy buen estado y se aprecia una planificación previa del inmueble. Es una propuesta relativamente nueva así que habremos de ver que sucede en este lugar y esperemos a que sus próximos artistas mantengan su mente abierta a la posibilidad de viajar hacia otros espacios ya que el modo de vida de los ensenadenses es repetitivo.
Si algo es cierto, es que la sociedad no necesita muchos artistas ya que para que las cosas primordiales como la economía de un país o la armonía entre los seres humanos funcione se necesitan abogados, contadores, economistas, etc. la Escuela de Artes no crea artistas pero si conocedores de arte pues la institución (Escuela de Arte) tiene diversos perfiles para sus egresados como por ejemplo: promoción de arte, profesores de arte, etc. Y el hecho de que uno de sus alumnos o egresados lleven a cabo este tipo de trabajos no implica que sean artistas pero sí que puedan hacer una valoración de arte y transmitir sus conocimientos. Lo que si necesita la sociedad de sus artistas es que tengan buenas propuesta, y algo que decir que sepan de que manera hacerlo y la Escuela de Arte pone su granito de arena con cada uno de sus alumnos dándoles la oportunidad de desarrollarse en diversas áreas y desde el área de las artes poder contribuir con la sociedad.
Bien Liliana, haces un recuento de algunos aspectos revisados en clase que nos aclaran, también, algunas realidades de la plástica de esta región del Noroeste mexicano en los que estoy en parte de acuerdo contigo. Sobresale tu posición, a veces muy tajante de etiquetar ciertas situaciones que pueden llevar a la discusión o la polémica porque no todo mundo estará de acuerdo, sin embargo tu postura es validad y seguro estoy, sabrás sostenerla si el caso de replica lo requiere. Únicamente puntualizaría que el arte es indispensable para el desarrollo armónico de cualquier sociedad, que el arte es un vehículo que permite equilibrar desajustes sociales, que permite proponer nuevas y más efectivas alternativas para una mejora social, por tanto considero que el arte es tan indispensable como cualquier otra profesión
ResponderEliminarFelicidades
Mtro. Roberto Rosique