Análisis de
Algunas reflexiones del arte en la frontera
Por Rosa María Nájera Valle. (rosanajera@hotmail.com)
Es importante conocer la historia de nuestra región para entender los procesos y propuestas de artistas que ya marcaron una trayectoria dando a conocer el arte de Baja California a nivel internacional, y lo que sin duda ayuda a las nuevas generaciones de artistas visuales para la difusión de su trabajo. Habría que revisar primero el contexto en el que dichas generaciones les ha tocado desarrollar su obra. Es evidente el desarrollo y crecimiento que ha tenido nuestra ciudad (Tijuana), lo que por sí sólo ya ofrece una visión distinta y una manera de vivir y relacionarse diferente, que obliga a acoplarse al continuo movimiento al que se ve forzada por la constante llegada de nuevos pobladores del interior y que va creando una amalgama cultural y una diversidad característica del mundo actual globalizado, pero de manera singular, marcada en nuestra ciudad por ser frontera, que la hace diferente del resto del país, incluso, de las demás ciudades fronterizas. Hecho que se volvió un pretexto más como tema de propuesta artística muy utilizado con anterioridad.
En décadas pasadas, el que deseaba estudiar y tenía la posibilidad de hacerlo, tenía que trasladarse al D.F. o al extranjero, o a cualquier otro lugar donde se ofreciera la carrera de Artes. Condición que por el sólo hecho de salir y ver otros contextos, propuestas y visiones, fortalecería el aspecto artístico que se vería reflejado en el trabajo. En la actualidad los artistas tienen la oportunidad de profesionalizarse y tener una formación académica en la localidad. Esto debe brindar una mayor posibilidad de creación de proyectos sólidos y es un factor que indudablemente ha contribuido a generar una diversidad de propuestas no sólo en la plástica, sino en otras disciplinas, conformando un amplio panorama de manifestaciones artísticas.
Ha habido naturalmente una evolución en las propuestas artísticas. Pienso que hay una mayor introspección y búsqueda de transmitir en la que el artista se involucra más con su entorno, con una mayor conciencia del espacio, del territorio, del contexto y de cómo éste influye y afecta a cada individuo y por supuesto. Sin embargo, con la complejidad con que han ido evolucionando las ciudades, y en particular la nuestra, se diversifican las manifestaciones artísticas y se complica también el contenido de muchas ellas, lo que hace difícil la comprensión de su lectura. Por lo que la complejidad misma es como consecuencia, una característica del arte actual.
Por otra parte, el artista también se enfrenta a cierta exigencia ante la demanda de “innovar”, sobrevaluando lo nuevo, en búsqueda de que las expresiones artísticas sorprendan y sean diferentes. Afortunadamente muchas cosas son valiosas y rescatables, pero también se da cabida a excentricidades y propuestas que no deberían, desde mi personal opinión, ser consideradas manifestaciones artísticas. Expresiones que no se pensaban años atrás, pero que surgen y por lo tanto hablan de la actualidad y de la forma de percibir de éste momento.
Desde la posibilidad de crear de cada época, el arte trascenderá a las siguientes generaciones, para comprenderla se debe partir de un conocimiento previo. Por eso es importante la búsqueda que identifique cada periodo histórico, reconociéndolo y sin desdeñar las anteriores manifestaciones; el trabajo de los maestros que nos antecedieron, los artistas que dedicaron sus vida al oficio del arte, teniendo o no formación académica, la sola pasión y dedicación al oficio es de reconocerse.
Son varios los factores que han influido en la transformación del arte fronterizo: El entorno social, el desarrollo y crecimiento de la ciudad, los avances tecnológicos, la manera de vivir y relacionarse que cambia los estilos de vida, de reaccionar y responder de los individuos a los estímulos y acontecimientos locales y mundiales, que cambia su manera de ver y sus temas a crear.
Es difícil definir qué es arte y qué no lo es, es ya muy amplio lo que abarca. Se debe estar abierto a los cambios y experimentar, usar lo que el entorno nos ofrece, probar las facilidades tecnológicas, pero no perder, ni dejar de valorar lo que a través de la historia se ha reconocido como disciplinas artísticas tradicionales, con las cuales los artistas del pasado se expresaban sin complicaciones y rebuscamientos.
No nos queda más que aceptar que el arte ha cambiado, se ha expandido a muchas más alternativas y a una diversidad de temas que ya no sólo hablan del artista, sino de la situación del mundo y su relación con él.
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