Análisis de la Plástica del Noroeste
Junio 2009
Mtro. Roberto Rosique
La obra plástica de Daniela Gallois
Por Carolina Castañeda
Daniela Gallois (Paris 1939, Tijuana 2006), artista plástica que llega a México en los años sesentas, junto a Benjamín Serrano quien fuera su esposo y enviuda en1988. Por mucho tiempo la sombra de Serrano peso sobre Daniela, el reconocimiento de la comunidad artística hacia Serrano fue tan grande después de su muerte que la obra de Daniela no fue tomada en cuenta tanto por críticos como por galeristas, pocos fueron los que voltearon a ver su producción con una mirada que realmente reconociera su valor artístico.
Gallois llevó una vida al estilo del cliché del artista bohemio, una vida cruda, en soledad, con una desgarrante adicción al alcohol que poco a poco la fue acabando. En torno a ella existen muchos rumores que la han ido formando como una leyenda (no dudo que así sea con el paso del tiempo), todo aquel que la conoció puede contar alguna anécdota, yo misma la recuerdo sentada por las calles de Tijuana con su ropa deslavada, su cabello casi blanco recogido hacia arriba, los ojos redondos muy abiertos a la expectativa de algo y una bolsa grande de tela negra, donde guardaba palomas heridas que recogía para sanarlas; era sin duda, un personaje que podría ser parte de una gran obra literaria.
Su vida y su obra pictórica van paralelas, encontramos una gran congruencia entre lo que pintaba con su forma de ver la vida. El autorretrato era un tema recurrente, su pintura tiene una gran carga de su esencia. También está el mar, uno de sus lugares predilectos que se prestaba para dar espacio a seres marinos únicos como sólo Daniela pudo imaginar.
Trazos singulares, una paleta brillante, una pincelada detallada, precisión y un gran dominio del dibujo caracterizan sus piezas, donde se encuentran mundos lúdicos, personajes fantásticos, sirenas, pájaros, que forman parte de su imaginario. Sus sueños ahí plasmados, en muchos de los casos, pudieran ser sus pesadillas, ya que los personajes un tanto grotescos y burlones observan al espectador cómo al acecho.
Una composición casi barroca, saturada de figuras, que en referencia artística me remite al bizantino ruso, por la figuración humana un poco acartonada, el uso del color dorado, el policromado intenso, altos contrastes en ocasiones estridentes.
El color es un elemento plástico indispensable al hablar de la obra de Gallois, la gama de colores que utilizaba llenan de riqueza la composición, el color dentro de estas obras tiene un carácter expresivo, no se encuentra únicamente implícito por el hecho de tratarse de una pintura, tiene su justificación es sí mismo, su propia razón de ser.
Daniela no retrata a Tijuana, ni a Rosarito, ciudad en la que radicó sus últimos años, tampoco a Francia, su obra no tiene un espacio en especifico y quizás tampoco un tiempo, esas cualidades hacen sus pinturas tan vigentes como si fueran pintadas ahora o en los años setentas.
Su producción es inmensa, dedicó toda su vida a pintar, pero a pesar de eso no es fácil encontrar piezas de ella, la mayor parte de sus obras se encuentra con coleccionistas de la región quienes no tienen un buen registro de las piezas, como sucede con muchos otros artistas que no cuentan con el poder documentar sus obras en un acervo artístico que este abierto a un público interesado en investigar o conocer sobre su trayectoria y producción.
Además de la pintura su producción cuenta con arte-objetos, esculturas en diversos materiales, le gustaba pintar sobre padecería de cuero a la que no le definía los contornos, si no que adaptaba sus figuras sobre la superficie para darle mayor autenticidad a su trabajo. Así, como trabajaba sobre el cuero también lo hacía sobre cualquier material que tuviera a su alcance, el soporte era sólo un pretexto.
Su pintura era completamente figurativo, al menos de sus últimas etapas, aunque en la obra de Daniela se observan varias tendencias, de la misma manera que sucede con otros pintores. Utilizaba lo figurativo como recurso para representar imágenes reconocibles pero sin la preocupación de acercarse al naturalismo, sus composiciones tampoco resuelven la perspectiva, todo recae en un primer plano, una solución que también hace referencia a estilos antes del renacimiento como lo es la pintura bizantina.
La obra plástica de Daniela Gallois es parte del patrimonio de nuestra entidad, ya que no obstante se trata de una extranjera, vivió mas tiempo en este estado que en su natal Francia; de ahí que Baja California debería considerarla un ejemplo más del arte regional. Los homenajes y exposiciones que se han montado después de su muerte no han sido del nivel que una artista cómo ella merece.
Armando González Bolaños galerista rosaritense fue su principal promotor y en el año 2003, junto con la comunicóloga Karina Muñoz, realizarón, una de las mejores exposiciones de Daniela Gallois en la ciudad, el evento tuvo cómo lugar los pasillos de las instalaciones del canal 12, donde se exhibió obra recién hecha y también de años posteriores, los asistentes tuvimos la fortuna de convivir con la artista y notar en su rostro la felicidad y la satisfacción que le producía dicha exhibición.
González menciona en un texto escrito para la exposición: “La belleza de su obra ya la han gozado los coleccionistas. De los mensajes y los símbolos, se preocuparan muchos intérpretes. De la calidad de su obra hoy presente, ya hablaran los expertos. Y habrá bastante de que hablar a través del tiempo. Aún después de la creación de su leyenda. Aún después de nuestra vigencia humana.” Quienes admiramos su obra esperamos que las palabras de Armando González lleguen algún día a ser un hecho, puesto que para que la artista continúe presente es necesario una revisión crítica de su trabajo, que la memoria y el registro no sólo quede en palabras sino en escrito, que llegue el momento que sea posible consultar el archivo fotográfico de su obra, que sus piezas pictóricas se encuentren al alcance del espectador, y que su nombre se mencione en los libros y catálogos de artistas de la región junto con los demás nombres que son tan reconocidos por la comunidad.
Que tal Carolina, buena desición de rescatar del olvido un valor ignorado. coincido contigo cuando describes las cualidades técnicas y temáticas de Daniela, al igual cuando te lamentas que no exista una mayor preocupación (por lo menos de las instituciones culturales) por rescatar su obra, por publicar sus imágenes, por reconocer su aportación a la cultura regional; de ahí la importancia de tu texto, que motiva a reconocer el pasado, que incide en nuestra actitud antipática por las cosas que no nos pertenecen, que no olvida, y ahí se sustenta la historia y el sentido de nuestros valores, los triunfos de hoy se sostienen en la espalda de artistas como Benjamín, Serrano, Daniela Gallois, Joel González Navarro y tantos más crucificados por el olvido, que por el hecho de no haberlos conocidos, no justifica nuestro olvido. Felicidades.
ResponderEliminarRoberto Rosique