María Teresa Ruiz Acuña 2 de junio de 2009
Análisis de la Plástica del Noroeste 2009-1
Tijuana es un lugar de diversidad, y por lo tanto un lugar de controversia. Desde los inicios de la ciudad se comienza a plantear los ingredientes necesarios para un lugar volátil. Los que nacimos aquí, y aún más, los que nuestros padres nacieron aquí, sentimos un gran aprecio por esta ciudad, pero al mismo tiempo sentimos un pesar por lo que aquí sucede, tenemos una relación de amor y odio con este lugar. Amor, por que nos ha dado tanto, recibió a mis abuelos con los brazos abiertos y les dio la tierra fértil para que su familia prosperara. Pero odio, por que así como nos recibió a nosotros, recibió a otros tantos, y también les dio tierra fértil, pero para la delincuencia. Esta ambivalencia es algo que mezclados los elementos crea cambios de corriente, en el pensamiento y por lo tanto en el arte.
Análisis de la Plástica del Noroeste 2009-1
Tijuana es un lugar de diversidad, y por lo tanto un lugar de controversia. Desde los inicios de la ciudad se comienza a plantear los ingredientes necesarios para un lugar volátil. Los que nacimos aquí, y aún más, los que nuestros padres nacieron aquí, sentimos un gran aprecio por esta ciudad, pero al mismo tiempo sentimos un pesar por lo que aquí sucede, tenemos una relación de amor y odio con este lugar. Amor, por que nos ha dado tanto, recibió a mis abuelos con los brazos abiertos y les dio la tierra fértil para que su familia prosperara. Pero odio, por que así como nos recibió a nosotros, recibió a otros tantos, y también les dio tierra fértil, pero para la delincuencia. Esta ambivalencia es algo que mezclados los elementos crea cambios de corriente, en el pensamiento y por lo tanto en el arte.
Mis abuelos no llegaron aquí por la cultura, ellos llegaron por el trabajo, por las oportunidades. Su prioridad era encontrar un lugar dónde establecer su familia, un lugar donde se pudiera prosperar y así poder proveer. Mis padres, crecieron con esta prioridad, las actividades culturales, para ellos, son algo bonito pero no necesario. Para ellos, sigue siendo la prioridad el trabajo “productivo” y por lo tanto estudiar una carrera “útil”, medicina, contabilidad o alguna ingeniería, ya que de arte no se hace una carrera, sino un pasatiempo. Relato esto, por que en ellos veo el reflejo de la información que se maneja en sociedad. Desde este punto de vista, el arte es visto como algo bonito, agradable, nunca visto como una herramienta del pensamiento humano, una manera de conocer y aproximarse a la esencia de las cosas.
A mis abuelos, como a muchos otros les fue bien, y mis padres, sin haber estudiado alguna carrera universitaria, prosperaron en esta ciudad y gracias a esa prosperidad pudieron aproximar a sus hijos a buenas escuelas y ofrecerles estudios más allá de los que ellos tuvieron. Ahora su prioridad fue, que sus hijos prosperaran aún más y lo lograrían a través del estudio de una carrera, como dije “útil” o “productiva”. Pero lo que pasó, al menos con esta hija, fue que una vez quitada de encima la carga de tener que sacar adelante económicamente a la familia, su tiempo lo dedicó a pensar y su pasatiempo se convirtió en la prioridad. Es esto como creo que sucede a grandes rasgos con muchos de mi generación, que una vez establecidas las familias, los hijos pudieron poner su mirada en cuestiones más trascendentales y querer hacer de esto su vida y su trabajo. Esto explica el desarrollo de la cultura y el arte en la ciudad de Tijuana, al menos, hasta mi generación, que es la que alcanzo a comprender, ya veremos que es lo que pasa con las que vienen detrás de mi.
Vivir en la frontera es una experiencia que marca a los que somos nacidos aquí o que hemos vivido aquí gran parte de nuestras vidas. La frontera es una línea imaginaria entre el aquí y el allá, pasando gran parte del tiempo allá, con vistas hacia allá, allá todo es mejor, que los hijos nazcan allá por que allá hay más oportunidades. Pero estamos atados al aquí, aquí es casa, aquí es familia y tradición, aquí está el idioma que hablamos, el idioma que sabe a mamá y papá, aquí soy quien soy y allá quien sabe. Dice la canción: “No soy de aquí ni soy de allá.”
Ya desde el mero hecho de tener una división ilusoria pero tan real, se presta para echar a volar el pensamiento y el pensamiento es un ingrediente indispensable en el arte. Siempre lo ha sido, aunque tal vez antes no fuera comprendido como tal. Pero los grandes genios del arte entretejían en sus obras el conocimiento y pensamiento filosófico. Así en Tijuana, tal vez no tanto en sus inicios, pero definitivamente el artista da expresión a su pensamiento a través de su obra, es un filósofo plástico.
Revisando el arte en Tijuana, más se me fija la idea del peso que tiene el propósito que tenían las primeras generaciones que llegaron aquí, sus preocupaciones se reflejan en el arte o en la ausencia de él. El arte era para el extranjero, las famosas pinturas de terciopelo, hechas con un verdadero virtuosismo, pero tenían un propósito, la venta, la prosperidad económica. Fue un medio para subsistir en el que efectivamente prosperaron muchos artistas y sus familias. Pero fueron los que pudieron los que se fueron a estudiar artes y regresaron con otra visión.
El rumbo del arte en Tijuana cambio de ser visto como arte sinónimo de decoración, a un medio de expresión de las inquietudes económicas y políticas, sobre todo un medio para estudiar lo que significa la frontera y vivir al borde del aquí y el allá. Es un medio con el que nos aproximamos a la esencia de esta línea imaginaria. Ya que vivimos tan enajenados en el vaivén de nuestra y vida, nuestras necesidades, que transitamos por ella sin comprender realmente su significado.
Vivir en la frontera es una experiencia que marca a los que somos nacidos aquí o que hemos vivido aquí gran parte de nuestras vidas. La frontera es una línea imaginaria entre el aquí y el allá, pasando gran parte del tiempo allá, con vistas hacia allá, allá todo es mejor, que los hijos nazcan allá por que allá hay más oportunidades. Pero estamos atados al aquí, aquí es casa, aquí es familia y tradición, aquí está el idioma que hablamos, el idioma que sabe a mamá y papá, aquí soy quien soy y allá quien sabe. Dice la canción: “No soy de aquí ni soy de allá.”
Ya desde el mero hecho de tener una división ilusoria pero tan real, se presta para echar a volar el pensamiento y el pensamiento es un ingrediente indispensable en el arte. Siempre lo ha sido, aunque tal vez antes no fuera comprendido como tal. Pero los grandes genios del arte entretejían en sus obras el conocimiento y pensamiento filosófico. Así en Tijuana, tal vez no tanto en sus inicios, pero definitivamente el artista da expresión a su pensamiento a través de su obra, es un filósofo plástico.
Revisando el arte en Tijuana, más se me fija la idea del peso que tiene el propósito que tenían las primeras generaciones que llegaron aquí, sus preocupaciones se reflejan en el arte o en la ausencia de él. El arte era para el extranjero, las famosas pinturas de terciopelo, hechas con un verdadero virtuosismo, pero tenían un propósito, la venta, la prosperidad económica. Fue un medio para subsistir en el que efectivamente prosperaron muchos artistas y sus familias. Pero fueron los que pudieron los que se fueron a estudiar artes y regresaron con otra visión.
El rumbo del arte en Tijuana cambio de ser visto como arte sinónimo de decoración, a un medio de expresión de las inquietudes económicas y políticas, sobre todo un medio para estudiar lo que significa la frontera y vivir al borde del aquí y el allá. Es un medio con el que nos aproximamos a la esencia de esta línea imaginaria. Ya que vivimos tan enajenados en el vaivén de nuestra y vida, nuestras necesidades, que transitamos por ella sin comprender realmente su significado.
La frontera bloquea el paso entre un lugar y otro, la frontera decide quien pasa, al menos del aquí para allá. Para el artista tijuanense el traspasar la frontera con ideas es un reto. Nada ilustra esto más que inSITE. Esta organización se ha encargado de darle prestigio y validación a Tijuana y sus artistas.
Aparte de inSITE, creo que tenemos artistas de gran calidad. Hombres y mujeres que con su forma de pensamiento plástico, nos dicen: “a lo mejor no te puedo explicar Tijuana con palabras, pero te lo puedo expresar con una instalación, con una escultura, con un objeto encontrado, con un video, un dibujo…”
La mezcla de culturas en donde primero entró el consumismo, contagiados por la proximidad con Estados Unidos, todos esos espejitos… Que brillantes se ven los productos anunciados en las revistas, se ven brillantes y necesarios, ¿cómo has vivido hasta ahora sin él? ¿cómo que no hablas inglés? “está divine”, dice un amigo.
Importamos no solo productos, sino cultura, valores y los artistas son los que se dan cuenta y a través de sus trabajos nos advierten. Como el trabajo de Melissa Arreola, “Absolut-ly Illegal” que se me hace tan elocuente su discurso visual, nos muestra en esta pieza una fotografía manipulada de la barrera metálica de la frontera, en la que primeramente vemos el cielo azul interrumpido por el metal rallado y oxidado. Cortado con el contorno de la botella de vodka Absolut, tan famosa por su campaña de mercadotecnia que se caracteriza por precisamente este tipo de contraste. Esta campaña es ingeniosa e identificable, distribuida en gran medida por las revistas en Estados Unidos. El corte nos abre un portal ilegal entre el aquí el allá, un portal sin vigilancia, rompe la barrera, nos sugiere esa importación y exportación. Importamos la mercadotecnia, exportamos ilegales. Deja el paso libre, pero utilizando el juego de palabras con el nombre del producto, nos advierte también, es absolutamente ilegal. Melissa Arreola es una artista tijuanense, arquitecta de formación, pero ella y su hermana gemela se han dedicado al arte y nos han mostrado una serie de trabajos que conceptualmente nos deleitan con su particular punto de vista.
Mónica Arreola, tiene el proyecto llamado “Desinterés Social”, que aunque no se ocupa directamente del tema de la frontera, esto es algo que se da en Tijuana en gran escala por la necesidad que hay de dar hogar a miles de familias que se quedan en la región. Ella nos muestra este lado siniestro de lo que han argumentado como dar posibilidades de tener hogar a familias que de otra manera no tendrían la posibilidad de ser propietarios de sus propias casas. Nada es gratis, y lo que manejan con “buenas intenciones” realmente esconde una intención perversa de sacar provecho de aquellos que menos tiene. Bien dicen “el rico vive del pobre”. Ya que la realidad es que las viviendas apenas y tienen un espacio para acomodar lo más básico de los muebles, inclusive hasta se necesitan muebles de menor escala para poder tener las comodidades del hogar. Que risa que lleguemos al extremo de decirle al familiar: “o los muebles o yo”.
La frontera ha traído también otro fenómeno, la maquiladora. Esta es una espada de doble filo, por un lado está la bendición de poder encontrar trabajo, pero igualmente tiene su lado oscuro. El precio que pagamos es la contaminación y la explotación de aquellos más lo necesitan. Ya como experiencia personal con la maquila, ve uno a las personas que ganan una cantidad, que si bien no es el salario mínimo fijado por el gobierno, es un salario mínimo para la subsistencia. No entiendo cómo estas personas tienen inclusive familias que mantener y con 700 u 800 pesos semanales solventan sus gastos. Muchos de ellos hasta se ven forzados a tomar más de un trabajo. Mientras, en las oficinas, el presidente y vicepresidente de la compañía tienen una conversación amistosa sobre el último viaje de vacaciones o inclusive, cuando el negocio no va muy bien, se preocupan por como van a pagar el mantenimiento de su yate. Afuera, en los baños de la empresa, un obrero fuma cristal a escondidas para poder aguantar el rigor de trabajar dos turnos sin descanso, o inclusive para no comer.
Jaime Ruiz Otis es el que se ha encargado del tema de la maquiladora. En su trabajo utiliza materiales como calcomanías y otros desechos de la maquila. Con ellos configura obras estéticamente muy agradables. Pero que al momento de ver con detenimiento y fijar la vista en el material que utiliza, nos damos cuenta de cuanto es lo que se desperdicia y se derrocha.
Alguien que también es notable entre los artistas de Tijuana, es Marcos Ramírez “ERRE”, es bien conocido y con presencia internacional, sin embargo se mantiene una persona sencilla que abre las puertas de su estudio para la promoción de otros artistas locales y les da un foro en el que se pueden reunir y presentar sus proyectos. Quizás una de sus piezas de mayor impacto es “Toy and Horse”, un caballo bicéfalo, construido de madera y colocado entre las líneas de automóviles para cruce a Estados Unidos. Recuerdo tener unos 18 años cuando se presentó esta pieza como parte del festival inSITE y escuchar la serie de comentarios sobre las personas que la veían cuando cruzaban la línea, por lo general la gente que no está acostumbrada a ver piezas de arte contemporáneo no pudo darle una lectura y menos valorar el significado de la pieza.
Creo que puedo aportar poco a lo ya dicho sobre esta pieza, un comentario por Heriberto Yépez siento que es el más acertado sobre esta ambivalencia del caballo en el que no solo representa ese flujo en ambos sentidos, sino también un deseo de separarse, de correr en ambos sentidos.
Creo que puedo aportar poco a lo ya dicho sobre esta pieza, un comentario por Heriberto Yépez siento que es el más acertado sobre esta ambivalencia del caballo en el que no solo representa ese flujo en ambos sentidos, sino también un deseo de separarse, de correr en ambos sentidos.
Así es Tijuana, llena de contradicciones y tiene la posibilidad de múltiples lecturas de los fenómenos que tienen lugar aquí. Es de dar gusto el ver cómo se ha desarrollado el arte aquí a pesar de que en sus inicios fuera mayormente enfocado en lo decorativo o artesanal, y que tan solo a un poco más de un siglo de existir la ciudad, el arte se ha desarrollado aquí de tal manera que sus artistas tienen presencia en el ámbito del arte contemporáneo internacional. La lista de artistas dignos de nombrar es muy larga, por lo tanto dejo la lista aquí por que siento que con estos ejemplos se alcanza a ver claramente el espíritu de los artistas tijuanenses de esta generación.
María Teresa, encuentro interesante tu trabajo desde el momento en que recreas una parte de tu pasado familiar, ejemplificándo así, una realidad común del tijuanense, de aquél, como la gran mayoría que llegó para quedarse, que se integra y aprovecha la generosidad de la región (buenos y malos, siempre habrá y es el dilema). Lo importante como bien dices, son los cambios, ya palpables de una comunidad que ha apostado por el arte y ha sabido sacarle provecho, generaciones recientes que obtienen éxitos (sin olvidar las pasadas, que en su momento hicieron lucir a esta ciudad y son de algunas forma pilares que solidificaron el presente)que se consolidan y fertilizan el camino para las siguientes. Así es Tijuana, la dinámica, la pervertida, la generosa, llena de contradicciones y aciertos, así es Tijuana, venturosamente diferente.
ResponderEliminarRoberto Rosique