miércoles, 6 de mayo de 2009

El arte de mi región


El arte de mi región

Margarita Félix

Justo en noviembre de hace 23 años llegué a Tijuana. Venía de vivir en un lugar con un clima muy cálido en verano y muy frío en el invierno. Un ambiente de estudiantes de ingeniería que nada tiene que ver con el arte. Monterrey es una ciudad muy bella y me mostraba como escenario natural por todas mis ventanas, el famoso Cerro de la Silla. Una ciudad donde no subíamos ni bajábamos, las calles bien pavimentadas y comenzaba a restaurarse el centro de la ciudad con un ambicioso proyecto. Antes de eso, había vivido en México D.F. después de salir del lugar donde nací, Sinaloa. Cuando tuvimos que tomar una decisión donde establecernos, yo dije: donde sea, menos en Tijuana. Envuelta en esa actitud y molesta por un capricho de la vida, llegué a este lugar, con mi esposo, un pequeño hijo y 23 años de vida. Nunca olvidaré el día que atravesamos la rumorosa, en un sedán verde, desesperada veía como ese abismo me estaba separando del resto del mundo. Y por fortuna, así fue.

Después me enteré que muchos al igual que yo, llegan a este lugar. Todo esto se ve reflejado en el arte de Tijuana y sus representantes, que por cierto quizá pocos en realidad son de aquí, pero Tijuana se apoderó de ellos, y no se dieron cuenta. El reflejo de un lugar donde aquí si se sube y se baja, donde te asomas, te enfadas y regresas, un lugar donde nadie es de donde debe de ser, y nadie está donde debe de estar, un lugar donde recorres caminos y no puedes dejar de ver la libertad en dos tonos de azul, ni siquiera distingues que es agua y que es cielo. De todos los lugares de la República coinciden aquí, grandes artistas, dejando atrás lo que traían y adquiriendo nuevas ideas, una rica cultura y adaptándose a un desarrollo social pujante, lleno de esperanza, de sueños, de fantasía. Unos soñando con pasar a un mundo distinto a mostrar esta riqueza y otros molestos tocando temas recurrentes acerca del coraje de los hermanos que no han podido “cruzar”, un tema siempre original. Si, así es, siempre original porque cada vida que se ha quedado en el camino es un nuevo dolor, así lo expresan los artistas en los lienzos, o a través de sus fotos, gente ahora de Tijuana, como muchos otros que han aprendido a cargar con ese dolor, que están reinventado, creando, imaginando. Artistas atrevidos, implacables, capaces de “cantar las netas” en las propias caras, de quienes lo tengan merecido. En la década de los ochenta comenzó un acelerado crecimiento en esta frontera, y así mismo se dio en la plástica, yo ya estaba aquí en Tijuana y pude darme cuenta del cambio. Se convirtió en un gran centro de operaciones de empresas nacionales e internacionales. Cómo no va a ser distinto el arte aquí al resto del país? Claro que lo es!... porque difícilmente se da tan marcada heterogeneidad, esta enriquecedora multiculturalidad, en muchos casos arrebatándose la identidad. Personas, por cierto, muy jóvenes aún, que nacieron en un país completamente diferente y se sienten mexicanos. Todo esto forma parte del carácter de un pueblo, por lo tanto forma parte de su arte. Artistas que no tienen como objetivo separar, sino unir, ser un puente de comunicación, entre los del norte y los del sur, aunque no siempre lo logren, contando y padeciendo juntos historias con ricos colores, poniendo “orden en el caos”(1) en plena Revolución. El pensamiento de un conjunto de artistas han ido dejado huella en los muros del Centro Cultural, de La Casa de la Cultura, del teatro y la Galería de la UABC, la casa del Túnel, en las calles y por todos los rincones de esta controversial y anárquica ciudad que contrasta con la tranquila, limpia y hermosa vecina. Artistas contando “Historias de aguas”(2) asomando el arte por “mi ventana negra” (3) , haciendo “transfiguraciones” (4) “esperando” (5) o “cruzando la alambrada” (6) en una “introspección” (7) “entre la necesidad….” (8) y los “reflejos” (9) , juntando los “tres elementos” (10) necesarios en una verdadera obra de arte; la pasión, la dedicación y el valor. “Desde este valle oscuro” (11) hasta llegar a una “metamorfosis” (12). Hacer “homenaje a Frida Kahlo” (13) o a cualquier otro gran artista de “tiempos distintos” (14) no es extraño. Quizá te sorprenda la “paz o aniquilación” (15) “bordando un sueño” (16) envuelto en una “cascada” (17) de ideas.

(1) Roberto Rosique. Mixta sobre papel, (2) Jacqueline Barajas. Acrílico sobre madera. (3) Álvaro Blancarte. Mixta sobre tela. (4) Fernando García Rivas. Tinta, prismacolor sobre papel (5) Joel González Navarro. Óleo sobre tela. (6) Joel González Navarro. Óleo sobre tela. (7) Roberto Rosique. Mixta sobre papel. (8) Roberto Rosique. “entre la necesidad y el escarnio” (9) Rodrigo Muñoz. Esmalte. (10) Cátaro Núñez. Óleo sobre tela. (11) Rubén García Benavides. Acrílico sobre plastimex (12) Javier Galaviz. Acrílico sobre tela, (13) Ernesto Muñoz Acosta. Mixta sobre madera. (14) Norma Michel. Arte objeto. (15) Fco. Chávez Corrugedo, Mural, (16) Norma Michel. Acrílico sobre madera. (17) Marta Palau. Instalación.

El arte tiene mucho de que hablar, los temas no se agotan, los artistas no parten, se quedan, se renuevan, se multiplican en mi región. Nuevas obras para los mismos ojos y para muchos más que van llegando, otros que sólo estuvieron aquí por una hora, lo que si es seguro es que pese a la etapa tan difícil que se está viviendo, el artista se manifiesta con más intensidad. Cambia de tono, talvez ya no es azul, ahora es rojo, ya no es una pintura, es una instalación, o hallazgos encontrados en un montón de deshechos de maquiladora, quizá simplemente sea un performance. Recorres la ciudad y ves las esculturas que cambian de color de acuerdo al partido que la gobierna, es curioso y hasta divertido. Nunca me había tocado ver que alguien viviera en una mona, solo aquí.

Ahora, después de tanto, yo me encuentro tratando de formar parte de esos seres extraños de esta región, de mi región, que corren riesgos, que crean nuevos conceptos y contextos, gente que “no buscó el arte, nació con él o lo encontró pateando una piedra” (18) . Respirando en una atmósfera llena de líneas, trazos, pinceles, matices, sensaciones, emociones, sentimientos y agonías. Que van tratando de transitar por caminos místicos y a la vez tan normales, pero sólo los que son audaces pueden transitar y no estoy hablando de habilidades, sino de pasiones. El arte no se da en cualquier cuerpo, sólo en los que no quieren ser espectadores, más bien intercesores de quienes no se animan a hablar. Y cuando andas en este interesante mundo, seguramente escucharás los nombres de Álvaro Blancarte, Roberto Rosique, Martha Palau, Tania Candíani Estela Hussong, Méndez Calvillo, Otis, Mely Barragán, los hermanos De la Torre, Luis Garzón, Sebastián Beltrán, el Colectivo Nortec, Lula Lewis, Zacarías, Marcos Ramírez ERRE, Roberto Molina, Cesar Hayashi, Julka Djuretic, Daniel Ruanova, Jaime Brambila, Hugo Lugo, Manuel Ramírez, Jessica Díaz, Chávez Corrujedo, Manuel Bojorquez, Julio Orozco, Hugo Sánchez, Claudia Algara y muchos más, también muy importantes. Los he mencionado sin un orden específico pero estoy segura que el arte de Tijuana no puede ser comprendido sin hacer referencia a la creatividad de estos grandes artistas y de otros cuyos nombres he omitido, unos expertos en la abstracción, otros en lo figurativo, unos enfocados a la instalación,

(18) Palabras de Álvaro Blancarte.

otros a la pintura, otros al dibujo, con arte efímero quizá, a la fotografía, trabajando con diversos materiales, explorando las nuevas alternativas, haciendo nuevas propuestas, pero todos innovando, creciendo y cambiando.

Antes de concluir debo mencionar el InSite, que nació como un proyecto eminentemente de arte instalación en sitios específicos, como arte público, urbano, efímero, convirtiéndose en un facilitador de procesos artísticos o laboratorio de nuevos significados culturales y a partir de entonces cambia la referencia de Tijuana en cuanto al arte siendo reconocida como una meca por revistas famosas. Ha venido evolucionando durante los últimos 12 años, comisionando proyectos de intervención en el extraordinario contexto de la región fronteriza Tijuana / San Diego y a la fecha hay una gran participación de gente del área como de otras partes del mundo. InSite ha sido un parteaguas en el arte de México.

Los “Estandartes” es otro movimiento interesante que nace en 1996, tocando muchas veces, al igual que InSite, el tema de la frontera, de los inmigrantes, por ser esta una de las fronteras más controversiales, emblemática sin duda. Vemos gente del resto del país participando y de otros países como Uruguay, Colombia, Perú, etc.

Y para terminar con “Tijuana la tercera nación” un proyecto que crea polémica, puesto que el título de por si es ya interesante, para muchos altivo. Este nace en 2004, siendo el 2005 el momento de mayor difusión sacando un catálogo que se publicó por muchas partes.

Todos estos movimientos quizá mueran, quizá continúen por algún tiempo más, lo que no podemos dejar de reconocer es que son importantes y cuando termine su ciclo, se quedarán como referencia de una época de nuestra Tijuana, de un momento histórico que no se olvidará.

Me ha tocado ser alumna de varios de estos personajes, a quienes admiro, por su obra, por su arte, por su dedicación porque aparte de tomar ese rumbo místico del que hablaba, nos han tomado de la mano para animarnos a transitarlo juntos.

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